En ese momento fue cuando Juan Alpaca se dio cuenta que estaba muriendo, ella lo sostenía de una mano y le rogaba que no la dejara.
Juan recordó todos los momentos lindos que pasaron, aunque tan solo se vieron unas pocas veces, recordó los paseos cerca de la universidad, las pocas cervezas que juntos acabaron, la búsqueda del gato que nunca se completo y fue cuando se arrepintió de haber actuado como el superheroe que era.
Porque salte desde ese tejado, porque volé hasta esa manada de traficantes que intentaban matar al muchacho, porque lo salve y por sobre todo, porque no vi que las armas de los nuevos choros de la capital tienen municiones hechas con melón (lo único capaz de debilitar mis superpoderes y matarme)
la respuesta llego a el de inmediato, todo lo hiso para impresionar, lo hiso para que ella por fin se fijara en el y tal vez lo quisiera
es cierto que lo vio, pero al mes siguiente ya había olvidado que este incrédulo personaje trato de conquistarla y se encontraba con otro, de el solo recordaba su estúpida debilidad...los melones.
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