martes, 10 de marzo de 2009

Humo


Enciendío su cigarrillo, miraba al horizonte, note inmediatamente que algo pensaba, parecía un poco cansado, como dormido. Mi mente intento imaginar que era lo que aquel hombre sentado en el paradero de micros pensaba, parecía un poco con fundido.
Continúo mirando la nada, su cigarrillo ya se había consumido a la mitad, sus pulmones recién comenzaban a asimilar el humo de aquella droga, pero su mente creía no haberlo encendido, me acerque, le pregunte como estaba, con sus ojos perdidos solo me miro y asintió con la cabeza, interprete ese gesto como un bien.
Guardamos silencio durante un minuto, ambos miramos al horizonte, el humo de su cigarrillo me produjo nauseas, no suelo compartir con fumadores, pero su mirada me pareció intrigante, su cigarro se acabo y extrayendo del bolsillo otro lo prendió al parecer con la sola mirada.
Le pregunte en que pensaba, con humo saliendo de su boca dijo que estaba confundido, “no me logro entender, no la logro entender, no comprendo la situación, estoy asustado, estoy conmocionado”.
El atardecer ya llegaba y la locomoción ni luces daba, el cielo rojizo y el piso aun expedía el calor del sol intenso de aquel día.
“nunca había vivido por esto, suelo tener el control de las situaciones, suelo ser el tipo de hombres que solo baila una canción, un beso y desaparece”
Nunca me han agradado mucho los hombres así, creo que son una especie de jugadores que por deporte salen de noche buscan a su descuidada presa, la comen con sus ojos feroces y se aprovechan de ellas de ese modo, me producen repulsión, pero aun así me quede a su lado, el hombre parecía tener algo que decir.
“hay una mujer, más que mujer, me he dado cuenta que las mujeres no son como yo las concebía, siento cosas por ella, pero no sé qué es lo que siente por mí, he perdido el control, no sé que pasara, ni sé que pensara, no sé cómo actuar, hasta pareciera que ya no sé quién soy”
El olor del alcohol salió de su boca mientras decía esas palabras, alcohol combinado con cigarrillos, decidí que no seguiría con esta charla, pero no fue necesario, el hombre de pronto se paro y comenzó a caminar, nunca me miro, solo encendió otro cigarrillo y llegando a la esquina doblo, desapareció como el humo en el aire.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó ese niño y el personaje del paradero...
me gusta tb como escribes, me imaginé el paradero al atardecer luego de un día sofocante, y hasta casi siento el olor de su cigarrillo...
y el hombre confundido, hasta casi me confunde ami tb....

jjeje
ojalá no dejes nunca de escribir...

ah! y por último...me encantooo la foto! está sekisima!

Francisca Paz dijo...

ah, y tu que estabas haciendo ahi en ese momento?

Pablo Vicuña dijo...

yo estaba en el wainapichu con el leon de narnia