Hoy en día vivo una vida muy distinta a la que tenía en los
inicios de este blog, trabajo de abogado en mi propia oficina ubicada en la
esquina de Blanco Viel con Gran Avenida, hacemos lo posible por ayudar a las
personas, y muchas veces nos llegan casos complejos, otros no tanto, y nos toca
ver las cosas extrañas por la intersección en la que estamos, pero hoy, mi corazón
fue destrozado por el grito desgarrador de una madre.
Su hija tuvo algún problema que no pude entender, bomberos
de Chile estaban ahí mismo, e intentaron ayudar, pero no fue suficiente, y en
menos de dos minutos llego carabineros, tomo al bebe, lo subió a su vehículo e
hizo las veces de ambulancia.
No puedo explicar lo que siento, es raro, pero el pecho
siente un cosquilleo que me invoca a llorar.
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