domingo, 14 de junio de 2009

vida y muerte


Caminando con el diablo por catedral, conversando sobre la vida, nuestras doncellas y el alcohol, de pronto se apareció la muerte, me miro a los ojos desesperada y simplemente dijo “corran” y se esfumo. Nos miramos y sin más remedio corrimos por Sotomayor hasta llegar a otra calle aledaña, paz ciudadana nos asilo como aquel americano en su embajada. El auto de desconocidos cargados nos siguió y nos perdió, nosotros hablamos de ustedes, nuestras musas, doncellas y amores. Señoritas que han conquistado nuestro corazón y más que eso. Paz ciudadana nos escucho mientras nuestros corazones se descomponían y rehabilitaban por la casi balacera. El diablo me dejo, corriendo al infierno partió, mientras corriendo a mi propio cementerio seguí, una especie de infierno en el tercer nivel, en Santiago, en pleno centro. Y al final vivo y coleando en mi cama termino la historia, la historia donde la muerte nos salvo.

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