La fuerza de dios me quito el sueño de un solo tirón de pie, mire por la ventana y todos corrían locos animales desesperados, pensando que morían, quemándose sin fuego, fuegos de artificios provocados por el abrazo intenso de los conductores de electricidad. La desesperación y la desesperanza unieron a las personas que tuvieron su primer día de campo en los pastos del edificio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario